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miércoles, 26 de septiembre de 2012
martes, 11 de septiembre de 2012
BEBE
es un ser humano de una edad todavía muy corta, que no puede hablar. un bebe recién nacido es un neo neto.
no posee ningún comportamiento y es total mente dependiente de sus progenitores, necesitando poder satisfacer su atención básica para realizar sus actividades físicas.
www.elmundodescansodelbebe.com/.españa
PESO Y TALLA DEL BEBE
se vera el peso y talla del bebe durante sus primeros 12 años
Peso y Talla en Niños | ||
Edad (Meses) | Peso Ideal (Kg) | Estatura Ideal (cm) |
---|---|---|
Al nacer | 3.3 | 49.9 |
1 | 4.5 | 54.7 |
2 | 5.6 | 58.4 |
3 | 6.4 | 61.4 |
4 | 7.0 | 63.9 |
5 | 7.5 | 65.9 |
6 | 7.9 | 67.6 |
7 | 8.3 | 69.2 |
8 | 8.6 | 70.6 |
9 | 8.9 | 72.0 |
10 | 9.2 | 73.3 |
11 | 9.4 | 74.5 |
12 | 9.6 | 75.7 |
LAS CARICIAS DE NUESTROS BEBES
las caricias a nuestros bebe lo puedes ver en este video
htt//.www.youtube.com
COMO CALMAR UN BEBE CUANDO ESTE LLORANDO
EL LLANTO DEL BEBE
El llanto es el único mecanismo que los bebés tienen para hacernos llegar su sensación de malestar, sea cual sea la razón del mismo; en sus expectativas, en sucontinuum filogenético no está previsto que ese llanto no sea atendido, pues no tienen otro medio de avisar sobre el malestar que sienten ni pueden por sí mismos tomar las medidas para solventarlo.
El cuerpo del bebé recién nacido está diseñado para tener en el regazo materno todo cuanto necesita, para sobrevivir y para sentirse bien: alimento, calor, apego. Por esta razón, no tiene noción de la espera, ya que estando en el lugar que le corresponde, tiene a su alcance todo cuanto necesita. El bebé criado en el cuerpo a cuerpo con la madre desconoce la sensación de necesidad, de hambre, de frío, de soledad, y no llora nunca. Como dice la norteamericana Jean Liedloff, en su obra "El Concepto del Continuum", el lugar del bebé no es la cuna ni la sillita ni el cochecito, sino el regazo humano. Esto es cierto durante el primer año de vida y los dos primeros meses de forma casi exclusiva (de ahí la antigua famosa cuarentena de las recién paridas).
Más tarde, los regazos de otros cuerpos del entorno pueden ser sustitutivos durante algún rato. El propio desarrollo del bebé indica el fin del periodo simbiótico: cuando se termina la osificación y el bebé empieza a andar. Entonces, empieza poco a poco a hacerse autónomo y a deshacerse el estado simbiótico.
LA CIRCULACIÓN FETAL DEL BEBE
El desarrollo del feto humano depende
del intercambio de nutrientes, gases,
agua y productos de desecho entre las
porciones materna y fetal de la placenta.
• La sangre es bombeada a través del cordón
umbilical y de la placenta, evitando el contacto con
los pulmones en el feto
LA ALIMENTACIÓN DEL BEBE
la alimentacion del bebe
en este vídeo podrás ver la alimentación adecuada para el bebe en sus primeros meses de vida
CARACTERÍSTICAS PRESENCIALES DEL BEBE
- Piel más delgada y con menor vello. Unión dermoepidérmica lábil que predispone a la aparición de lesiones ampollares.
- Mayor permeabilidad .Más susceptible frente a la toxicidad de productos de aplicación tópica
- Poder tampón débil, pH inicial neutro. Formación del manto ácido lento.
- Insuficiente desarrollo de mecanismos de defensa. Deficiente
desarrollo del sistema inmunitario y manto ácido en vías de estabilización.
Deficiente flora cutánea protectora. - Actividad sudoral limitada (no completa hasta los 2 años). Las gándulas ecrinas son lentas e inmaduras y las apocrinas están en reposo durante la infancia.
- Sequedad cutánea por menor actividad sebácea. (Inactividad de las glándulas en época infantil 4 años).
- Uniones intercelulares más débiles
- Mayor relación superficie cutánea / peso corporal.
- Distinta metabolización sistémica y cutánea de las sustancias aplicadas
PIEL DEL BEBE
Piel del
bebe
La protección de la piel de los recién nacidos es una cuestión de
salud, ya que la piel es un órgano funcional esencial que se encarga de
proteger de las infecciones, los órganos externos e internos y contribuye al mantenimiento
de la temperatura y del control sensorial-táctico.
La piel de un bebé puede llegar a ser más del 13%del total de su peso corporal comparado con el 3 % de un adulto.
Durante las primeras semanas, el bebé posee una baja resistencia frente a las infecciones, por lo que en esta época las posibilidades de infección e irritación cutánea son mayores. La capa córnea es demasiado delgada para formar una barrera eficaz, la epidermis está superhidratada y el sistema inmunitario está en vías de desarrollo.
La flora cutánea comienza a aparecer poco después del nacimiento y en pocas semanas se constituye la mayor parte a modo similar al adulto.
La piel de un bebé puede llegar a ser más del 13%del total de su peso corporal comparado con el 3 % de un adulto.
Durante las primeras semanas, el bebé posee una baja resistencia frente a las infecciones, por lo que en esta época las posibilidades de infección e irritación cutánea son mayores. La capa córnea es demasiado delgada para formar una barrera eficaz, la epidermis está superhidratada y el sistema inmunitario está en vías de desarrollo.
La flora cutánea comienza a aparecer poco después del nacimiento y en pocas semanas se constituye la mayor parte a modo similar al adulto.
CUIDADOS DE LA PIEL DEL BEBE
en este video se vera como piel al tejido que cubre externamente el cuerpo del ser humano y de los animales.
Es el órgano de mayor tamaño y lógicamente el más expuesto a los factores externos ya sean climáticos, de vestimenta, agua, sol, lociones, polvo, infecciones, etc..
También influyen factores de herencia, enfermedades de otros órganos o de la misma piel, el estrés y el adecuado cuidado de la misma.
Es el órgano de mayor tamaño y lógicamente el más expuesto a los factores externos ya sean climáticos, de vestimenta, agua, sol, lociones, polvo, infecciones, etc..
También influyen factores de herencia, enfermedades de otros órganos o de la misma piel, el estrés y el adecuado cuidado de la misma.
TRASTORNOS DEL BEBE
Trastornos
del bebe
A) Durante los primeros meses de vida, el ciclo sueño-vigilia está
íntimamente relacionado con las necesidades básicas, particularmente con la
alimentación. No obstante, existen otras fuentes de displacer como: la
temperatura ambiental, los dolores específicos, la sed…
En los primeros tres-cuatro meses de vida, los bebés se despiertan para satisfacer necesidades básicas como: alimentarse, y se vuelven a dormir cuando se encuentran satisfechos. Y es que el hambre provoca una tensión interna que repercute despertando al bebé.
A partir de los 6 meses es esperable que el bebé comience a espaciar sus despertares nocturnos, y por lo tanto, se prolonguen las horas de sueño durante la noche llegando a dormir entre 10 y 12 horas.
Se considera la existencia de trastornos en el sueño del bebé cuando, luego de los 6 meses, tiene dificultades para conciliar el sueño y se despierta en varias oportunidades en la noche. Estos despertares se caracterizan generalmente por estar acompañados de llantos, gritos y agitación. A lo que se suma la necesidad de la presencia de un adulto para volver a dormirse. En casos menos frecuentes, el bebé se despierta pero permanece calmo, mirando un elemento fijo. A este suceso se le denomina “insomnio calmo o silencioso”.
Para afirmar que nuestro bebé sufre de trastornos del sueño debemos tener en cuenta:
-la duración de los despertares permanentes (para que exista debe ser una situación recurrente durante varias noches de la semana por aproximadamente tres meses)
-Intensidad
-Signos que acompañan el despertar.
Esta problemática no sólo genera trastornos en el sueño del bebé y sus padres sino que además, suele despertar reacciones de mucha irritabilidad, hostilidad, y enojo que repercuten en el vínculo padres-hijo. Los padres suelen vivir estas manifestaciones como verdaderas pesadillas, ya que la intimidad de la pareja, los proyectos familiares y demás actividades en conjunto se ven, en varias ocasiones, perjudicadas.
B) El patrón sueño-vigilia está determinado por la interrelación entre una base neurobiológica y el modo característico de respuesta de la madre a las necesidades biológicas y emocionales. Por lo tanto, un lactante puede despertarse debido a:
1-Afección orgánica
2-Fallas en el condicionamiento del dormir
3-Trastornos psico-afectivos, desajustes en el vínculo madre/hijo.
Son múltiples las situaciones en la vida de un bebé que pueden generarle una tensión interna que desencadene en “explosiones” nocturnas, dificultando la posibilidad de relajarse y desarrollando así una “lucha contra el sueño”.
Entre la gran variedad de situaciones, podemos nombrar aquellos casos de niños que están hiperestimulados, por estar rodeados de un exceso de gente encargada de cuidarlos, exceso de actividades, de ruidos. Además de la tendencia por parte del adulto a controlar y dirigir intrusivamente las actividades del niño. Muchas veces esta necesidad de ver a un bebé “activo, vivo, precoz” parte del deseo de ahuyentar inseguridades o depresiones que pueden estar latentes en el adulto.
En el otro extremo podemos encontrar situaciones de hipo estimulación, donde los cuidados del bebé se realizan casi en forma mecánica y operatoria, ya que la mamá o quien esté cumpliendo dicha función, está muy preocupada por otros temas y no tiene fuerza para estimular la crianza del bebé, y no logra sintonización con él. En estos casos predomina una atonía afectiva que produce insatisfacción en el niño.
Conflictos no bien resueltos por parte de los padres, también pueden estar influyendo en esta problemática del sueño. En ocasiones los padres viven la separación como traumática, y separarse del hijo de noche remueve núcleos conflictivos.
La pasividad del dormir, está asociada para algunos padres, con el temor a la muerte: “¿estará respirando?”, “hace rato que está durmiendo, fijate si está bien”, entonces entran al cuarto del niño infinidad de veces para corroborar que su hijo esté vivo. Este temor latente, se hace presente, y los padres “necesitan” señales de vida.
C) Dormirse implica separarse, separarse de mamá y papá, y también de un cierto ambiente rodeado de sonidos, voces, luces, etc. Dormirse implica entrar a “otro” escenario, el escenario de la noche y del sueño, donde hay una pérdida del control que ejercemos durante el día, y donde la noche suele estar asociada con la aparición de algo siniestro.
Paulatinamente se va cerrando el telón del día para dejar que aparezca una nueva escena: la del sueño, en donde se observa mayor oscuridad, menos ruidos, menos gente, mayor soledad. Serán los padres los encargados de ayudar al bebé a ir cerrando ese telón, para ponerle fin al estado de vigilia.
Para entrar a la escena del sueño se necesita:
- que el bebé pueda relajarse
- retirar la investidura del mundo, empezar a estar sólo consigo mismo
- capacidad para estar a solas (un aspecto a destacar: lo que sucede durante la noche no lo podemos separar de lo que sucede durante el día, es decir, que si un niño no ha obtenido la capacidad para estar a solas durante el día, difícilmente pueda dormirse sólo en la noche.) Si el bebé o niño pequeño se duerme, por ejemplo: mirando tv, o por agotamiento tirado en un sillón, no está adquiriendo la capacidad de estar a solas y relajado, de tolerar un cierto vacío. Todos éstos aspectos centrales no sólo para poder conciliar el sueño, sino también para la estructuración psíquica del niño, fundamental para la adquisición de la seguridad interna, de la autoestima y de los cimientos para la salud mental.
Son diversas las formas que uno como padre o madre puede utilizar para ayudar al bebé a adquirir las capacidades necesarias para ir cambiando paulatinamente de escenario:
- mecerlo
- cantarle una canción de cuna
- contarle un cuento
No debemos confundir estos rituales con “malcriar” al niño y generarle “mañas”, sino todo lo contrario, significan responder adecuadamente a las necesidades emocionales del pequeño, además de favorecer un momento de encuentro íntimo en la díada.
Existen investigaciones internacionales y nacionales acerca de la relación entre estos rituales y el sueño, y justamente, se ha concluido que, por ejemplo, las canciones de cuna (con la presencia del adulto y la utilización de la voz y del componente rítmico), poseen un efecto positivo sobre el sueño del niño.
A pesar de las consideraciones anteriores, nosotros como padres, deberemos evaluar cuándo estos rituales cumplen la función de ser transicionales, (preparando al niño para pasar del estado de vigilia al estado de sueño), y cuándo se convierten en un pretexto para evitar la separación de sus padres (pide millones de cuentos, que lo sigan meciendo, cantándole, etc).
Por último me parece importante destacar que los trastornos de sueño, no son hábitos mal aprendidos que hay que “disciplinar”, sino algo que surge desde el entramado de lo constitucional del bebé, junto con las características del vínculo familiar y ambiental, y todos estos aspectos nos van señalando cómo se va perfilando el desarrollo psíquico de un niño.
En los primeros tres-cuatro meses de vida, los bebés se despiertan para satisfacer necesidades básicas como: alimentarse, y se vuelven a dormir cuando se encuentran satisfechos. Y es que el hambre provoca una tensión interna que repercute despertando al bebé.
A partir de los 6 meses es esperable que el bebé comience a espaciar sus despertares nocturnos, y por lo tanto, se prolonguen las horas de sueño durante la noche llegando a dormir entre 10 y 12 horas.
Se considera la existencia de trastornos en el sueño del bebé cuando, luego de los 6 meses, tiene dificultades para conciliar el sueño y se despierta en varias oportunidades en la noche. Estos despertares se caracterizan generalmente por estar acompañados de llantos, gritos y agitación. A lo que se suma la necesidad de la presencia de un adulto para volver a dormirse. En casos menos frecuentes, el bebé se despierta pero permanece calmo, mirando un elemento fijo. A este suceso se le denomina “insomnio calmo o silencioso”.
Para afirmar que nuestro bebé sufre de trastornos del sueño debemos tener en cuenta:
-la duración de los despertares permanentes (para que exista debe ser una situación recurrente durante varias noches de la semana por aproximadamente tres meses)
-Intensidad
-Signos que acompañan el despertar.
Esta problemática no sólo genera trastornos en el sueño del bebé y sus padres sino que además, suele despertar reacciones de mucha irritabilidad, hostilidad, y enojo que repercuten en el vínculo padres-hijo. Los padres suelen vivir estas manifestaciones como verdaderas pesadillas, ya que la intimidad de la pareja, los proyectos familiares y demás actividades en conjunto se ven, en varias ocasiones, perjudicadas.
B) El patrón sueño-vigilia está determinado por la interrelación entre una base neurobiológica y el modo característico de respuesta de la madre a las necesidades biológicas y emocionales. Por lo tanto, un lactante puede despertarse debido a:
1-Afección orgánica
2-Fallas en el condicionamiento del dormir
3-Trastornos psico-afectivos, desajustes en el vínculo madre/hijo.
Son múltiples las situaciones en la vida de un bebé que pueden generarle una tensión interna que desencadene en “explosiones” nocturnas, dificultando la posibilidad de relajarse y desarrollando así una “lucha contra el sueño”.
Entre la gran variedad de situaciones, podemos nombrar aquellos casos de niños que están hiperestimulados, por estar rodeados de un exceso de gente encargada de cuidarlos, exceso de actividades, de ruidos. Además de la tendencia por parte del adulto a controlar y dirigir intrusivamente las actividades del niño. Muchas veces esta necesidad de ver a un bebé “activo, vivo, precoz” parte del deseo de ahuyentar inseguridades o depresiones que pueden estar latentes en el adulto.
En el otro extremo podemos encontrar situaciones de hipo estimulación, donde los cuidados del bebé se realizan casi en forma mecánica y operatoria, ya que la mamá o quien esté cumpliendo dicha función, está muy preocupada por otros temas y no tiene fuerza para estimular la crianza del bebé, y no logra sintonización con él. En estos casos predomina una atonía afectiva que produce insatisfacción en el niño.
Conflictos no bien resueltos por parte de los padres, también pueden estar influyendo en esta problemática del sueño. En ocasiones los padres viven la separación como traumática, y separarse del hijo de noche remueve núcleos conflictivos.
La pasividad del dormir, está asociada para algunos padres, con el temor a la muerte: “¿estará respirando?”, “hace rato que está durmiendo, fijate si está bien”, entonces entran al cuarto del niño infinidad de veces para corroborar que su hijo esté vivo. Este temor latente, se hace presente, y los padres “necesitan” señales de vida.
C) Dormirse implica separarse, separarse de mamá y papá, y también de un cierto ambiente rodeado de sonidos, voces, luces, etc. Dormirse implica entrar a “otro” escenario, el escenario de la noche y del sueño, donde hay una pérdida del control que ejercemos durante el día, y donde la noche suele estar asociada con la aparición de algo siniestro.
Paulatinamente se va cerrando el telón del día para dejar que aparezca una nueva escena: la del sueño, en donde se observa mayor oscuridad, menos ruidos, menos gente, mayor soledad. Serán los padres los encargados de ayudar al bebé a ir cerrando ese telón, para ponerle fin al estado de vigilia.
Para entrar a la escena del sueño se necesita:
- que el bebé pueda relajarse
- retirar la investidura del mundo, empezar a estar sólo consigo mismo
- capacidad para estar a solas (un aspecto a destacar: lo que sucede durante la noche no lo podemos separar de lo que sucede durante el día, es decir, que si un niño no ha obtenido la capacidad para estar a solas durante el día, difícilmente pueda dormirse sólo en la noche.) Si el bebé o niño pequeño se duerme, por ejemplo: mirando tv, o por agotamiento tirado en un sillón, no está adquiriendo la capacidad de estar a solas y relajado, de tolerar un cierto vacío. Todos éstos aspectos centrales no sólo para poder conciliar el sueño, sino también para la estructuración psíquica del niño, fundamental para la adquisición de la seguridad interna, de la autoestima y de los cimientos para la salud mental.
Son diversas las formas que uno como padre o madre puede utilizar para ayudar al bebé a adquirir las capacidades necesarias para ir cambiando paulatinamente de escenario:
- mecerlo
- cantarle una canción de cuna
- contarle un cuento
No debemos confundir estos rituales con “malcriar” al niño y generarle “mañas”, sino todo lo contrario, significan responder adecuadamente a las necesidades emocionales del pequeño, además de favorecer un momento de encuentro íntimo en la díada.
Existen investigaciones internacionales y nacionales acerca de la relación entre estos rituales y el sueño, y justamente, se ha concluido que, por ejemplo, las canciones de cuna (con la presencia del adulto y la utilización de la voz y del componente rítmico), poseen un efecto positivo sobre el sueño del niño.
A pesar de las consideraciones anteriores, nosotros como padres, deberemos evaluar cuándo estos rituales cumplen la función de ser transicionales, (preparando al niño para pasar del estado de vigilia al estado de sueño), y cuándo se convierten en un pretexto para evitar la separación de sus padres (pide millones de cuentos, que lo sigan meciendo, cantándole, etc).
Por último me parece importante destacar que los trastornos de sueño, no son hábitos mal aprendidos que hay que “disciplinar”, sino algo que surge desde el entramado de lo constitucional del bebé, junto con las características del vínculo familiar y ambiental, y todos estos aspectos nos van señalando cómo se va perfilando el desarrollo psíquico de un niño.
EL SUEÑO DEL BEBE
EL SUEÑO DEL BEBE
Los
bebés realizan grandes cambios en la conducta del sueño en su primer año. El
problema más molesto en este año es la incapacidad para dormir toda la noche.
|
|
FUNCIÓN CEREBRAL DEL BEBE
Funcion cerebral del
bebe
A pesar de su enorme
complejidad, el cerebro de un bebé es el órgano menos formado en el momento de
su nacimiento, ya que la estrechez del canal del parto limita en gran medida su
volumen. Durante los próximos años, su cerebro crecerá de manera notoria, al
igual que el resto de sus órganos, pero lo hará de una forma significativamente
diferente. Así como los pulmones ya son capaces de llevar a cabo su misión
desde el parto, y simplemente van aumentando su tamaño para obtener el oxígeno necesario
para un cuerpo cada vez mayor, el cerebro no sólo crece físicamente, sino que
también se transforma internamente.
Cuando un bebé nace,
su cerebro es un enorme conjunto de neuronas, a la espera de formar la
intrincada estructura cerebral que de adulto le permitirá hablar, leer, razonar
y sentir todo tipo de emociones. Algunas de las neuronas ya tienen una misión
específica y su funcionamiento ha sido activado por los genes para llevar a
cabo las tareas básicas para la supervivencia fuera del vientre materno, como
el respirar, llorar o succionar. Pero existen billones de neuronas que aún no
han sido activadas y que tienen la potencialidad de formar parte de cualquier
proceso cerebral futuro.
Tan o más
importantes que las neuronas son las conexiones que entre ellas se establecen
para formar los circuitos o redes neuronales. Si bien una neurona aislada
realiza una misión simple, millones de ellas interconectadas entre sí son
capaces de realizar las más complejas tareas. Por introducir un símil, cualquier
órgano de nuestro cuerpo está formado por millones de células, aunque cada
célula es incapaz por sí misma de llevar a cabo la función del órgano del que
forma parte. Es, por tanto, el conjunto de neuronas y sus conexiones lo que
establece la auténtica potencialidad del cerebro humano.
DESCANSO DEL BEBE
es importante y fundamental el descanso del bebe por factores que pueden molestar durante el día y para estar mas relajados durante muchas horas que puedan descansar
TEMPERATURA DEL BEBE
Temperatura
del bebe
Una de
las primeras observaciones realizadas por quienes se ocuparon de los problemas
del recién nacido, fue la facilidad que éste tenía para enfriarse. El hecho era
especialmente llamativo en los niños prematuros y de bajo peso. El Dr. Pierre Budín
a comienzos del siglo XX observó que los prematuros de menos de 1500g que se
enfriaban tenían una mortalidad significativamente alta. Posteriormente el Dr.
William Silverman en estudios controlados dejó establecida la importancia de la
temperatura del medio ambiente en la sobrevida de los recién nacidos.
De estas
primeras observaciones surgió el uso de la incubadora destinada a proporcionar
al prematuro un ambiente térmico adecuado que lo aislara de las variaciones de
la temperatura ambiental. Estas medidas relativamente simples significaron
probablemente la más importante mejoría en la sobrevida de niños prematuros en
la historia de la neonatología.
martes, 4 de septiembre de 2012
La respiracion del bebe
La respiración recién nacido no sólo es irregular,
sino también ruidosa. El bebé acumula mucha mucosidad o saliva en la parte
posterior de su garganta, lo que provoca un gorjeo. Los recién nacidos respiran
más fácilmente por la nariz que por la boca. Como sus conductos nasales son
angostos, una pequeña congestión puede hacer que respiren en forma ruidosa. Los
bebés casi nunca respiran con la boca abierta.
Incluso cuando duermen con la boca abierta, la
lengua se enrosca hacia el paladar superior; por lo tanto, es difícil que
respiren por la boca. Respiran mejor cuando se los coloca boca abajo, con la
cabeza ligeramente inclinada hacia un costado, lo cual permite que la lengua y
cualquier mucosidad de la garganta caigan hacia adelante y dejen más espacio
para que pase el aire www.wikipedia.com
Se comercializan como leches
adaptadas de inicio, los preparados hasta los de cinco meses. Tu pediatra te
recomendará la que crea más indicada. Lo norma cinco, y de continuación la
leche de fórmula para los bebés de más l es que la presentación de la leche de fórmula sea en
polvo para reconstruir con agua.
A medida que el bebé vaya
creciendo, e pediatra observará su evolución de peso y talla, y te indicará el esquema de alimentación a seguir durante el primer año de vida
de vuestro bebé, según su estado nutricional, de desarrollo, intolerancia y/o alergia. En el
caso de que la madre no pueda amamantar a su
bebé, el médico indicará la leche que se debe utilizar:
Es importante observar al bebe cuidadosamente y sólo darle comida complementaria cuando se encuentre preparado para poder comerla. Para la mayoría de los bebes esto ocurre a los 6 meses, pero existen bebes con mayor apetito que demandan más alimentos previo a cumplir sus 6 meses (más allá de aumentar en número de tomas de leche siguen insatisfechos y lloran aún después de cada toma). En este caso, es preferible limitar esa comida a algún cereal (sin gluten, ej: cereal de arroz), frutas y vegetales.
Debemos aclarar que cuando el bebe comienza con otros alimentos, debe continuar tomando leche (materna o de formula) como lo viene haciendo. Al menos debe seguir tomando como mínimo 750 ml (25 onzas) al día.
Así mismo, es importante ofrecer nuevos alimentos uno a la vez (sin mezclarlos en la misma comida) y elegir aquellos que ofrecen un buen aporte nutricional y que se complementa con su desarrollo.
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